Mi trabajo artístico se enmarca en el arte conceptual, muy ligado a la idea de Arte-vida mantenida por Fluxus en los años sesenta y setenta del pasado siglo y gira en torno a dos ejes conceptuales: el tiempo y la memoria.
Mi experiencia vital como educadora y como mujer ha marcado mi producción y desde esa posición me expreso y reflexiono sobre el paso del tiempo, la memoria personal y colectiva y la realidad en la que vivo. Me apropio de objetos encontrados, verdaderos contenedores de tiempo y memoria, y los intervengo para resignificarlos, con una actitud cercana al detournement situacionista, una forma de tomar objetos, palabras, ideas u obras de arte y darles un uso distinto para convertirlos en experiencias del todo nuevas, pues como dice Guy Debord:
“Cuando se consideran juntos los objetos, no importa lo alejados que pudieran estar sus contextos originales, siempre existe una relación (…) la unión de dos expresiones independientes, sustituye a los elementos originales y produce una organización sintética de mayor eficacia.”
Me apropio no sólo de objetos encontrados sino de palabras escritas, palabras que reagrupo y resignifico, palabras que reproduzco y tacho o que reproduzco y bordo. Escribo textos que ensamblo y frases que bordo para componer autorretratos objetuales muy íntimos en los que se condensa la memoria personal que se convierte en memoria colectiva de las mujeres de mi generación.
Las técnicas que utilizo me permiten dotar a las piezas de una fuerte carga simbólica. Con el bordado recupero la memoria de técnicas ancestrales con las que las mujeres silenciadas narraban historias, como queda bien patente en la mitología con personajes de tejedoras como Penélope, Aracne o Filomela, porque, como nos recuerda Chiara Bottici:
“¿Qué es una mujer, en realidad, sino una historia?.”
Utilizo el bordado como “puntada subversiva”, apropiándome del término acuñado por Rozsika Parker, porque me permite adoptar un punto de vista crítico. La palabra bordada aporta textura y color en función del tipo de hilo utilizado, del tejido sobre el que se borda y del color que se emplea, y así adquiere una fuerte carga simbólica.