Una de las acepciones de la palabra, perla, es la de, frase desafortunada que alguien pronuncia, y así se pueden considerar hoy las palabras que Fray Luis de León dedicaba a las mujeres en el capítulo reproducido de su libro, La Perfecta Casada, y que, en el texto tachado, se señalan con la aplicación de una perla. El hecho de escoger este libro se debe al recuerdo de lo que su madre le contó, que, ese libro, fue el regalo que ella recibió de su padre cuando se casaron.